La localidad de Garralda está situada en la parte Nordeste de la Comunidad Foral de Navarra y Oeste del valle de Aézcoa, a una altitud de 846 msnm. Su término municipal tiene una superficie de 21,24 km² y limita al Norte con el municipio de Orbaiceta, al Este con los de Aria, Arive y Garayoa, al Sur con el de Oroz Betelu y al Oeste con los de Arce y Burguete.
Su existencia como pueblo se remonta al siglo XIII, aunque en su término se encuentran numerosos restos prehistóricos. El pueblo fue reconstruido tras un incendio ocurrido en 1898 que destruyó prácticamente todo el casco urbano. La iglesia se reconstruyó a principios del siglo XX en otro emplazamiento y con la piedra de la anterior, del siglo XV, en cuyos restos se encuentra hoy el cementerio municipal. El ayuntamiento, construido totalmente con piedra del lugar, se edificó en los años 1960. Existen numerosas casas con escudos del lugar: todas tienen el mismo con ligeras variaciones, el de Aézcoa, pues todos los vecinos del Valle son hidalgos desde 1169.